SOBRE JOAO Y EL ÁGUILA by Cristhian Lopez Huaroc.

Era martes por la tarde, mi hinchaje y trabajo me trasladó al "Mariscal Castilla" de El Tambo. Iba a comenzar el segundo tiempo, junto a los camilleros nos guarecíamos en una carpa a ras de cancha para que la incesante lluvia no nos mojara. De pronto, un rayo violentísimo cayó por la zona oriente de la cancha, divisamos y un amigo nuestro yacía caído: Joao Contreras, el lateral izquierdo el Águila. Se pensaba lo peor, aunque otros, como yo, teníamos fe en que Joao se salvara. Hasta allí ya casi ni importaba el 1-1 parcial que no le alcanzaba a mi equipo para poder clasificar a la final (tenía que ganar 4-1).

"Su uniforme está destrozado, le cayó en el pecho, está sin pulso" decían las personas que vieron de cerca a Joao, nosotros con la trauma encima esperábamos un desenlace feliz, De inmediato lo trasladaron al hospital Regional, las llamadas de medios periodísticos se sucedían en mi celular. Yo, solamente atinaba a decir que hay esperar, que no hay nada oficial para afirmar algo penoso o desmentirlo, aunque otros "periodistas" se habían lanzado diciendo que Joao había muerto. Error grave.

Ya más tarde se confirmaba que el futbolista de 21 años y formado en Universitario estaba estable junto a Julio Rios y al línea Abraham Loayza, dos afectados con menor gravedad que dejó el la descarga eléctrica. Confirmaba que se recuperaba ya pronto para felicidad de todos.

Buscando culpabilidad en que el rayo haya caído, encontramos al ex alcalde de El Tambo, Ángel Unchupaico, que al parecer no vio por conveniente, o en buen cristiano, no le dio la gana de construir un pararrayos que atraiga la atención del rayo y no Joao. Un error más grave aún.

Con todos fuera de peligro felizmente, se determinó que el partido se reanudaba el jueves a las 10:00 hs. en el mismo escenario. Llegó el día esperado, nuestra pasión por el Águila era la misma, aunque la razón decía otra cosa: Se tenía que ganar 4-1, hace 3 goles más y que no nos hagan ninguno.

Para ese día, Joao llegó al estadio, la motivación para sus compañeros era aún más. Así empezó el partido, nuestra confianza estaba depositada, sobre todo en Lobón. El Águila fue un vendaval ofensivo en los primeros minutos, las ocasiones de gol de diferente procedencia, hací lo decían; pero no entraba nada, ya sea por errarle al arco o que el puneño Job Angles la sacaba todas.

Pasaban los minutos y no le hacíamos gol a nadie. más por el contrario, el segundo gol minero llegó gracias a Zeta. Hací llegó el final del partido, el Águila otra vez eliminado en rondas finales para ascender.

Un último error identificable es el de la dirigencia, que no atinó en la conformación del plantel, nunca contrató a un back central de nivel, un volante mixto para la transición de defensa al ataque, un 10 que le dé ideas al equipo y al punta que nos salve cuando la inventiva acababa. Este yerro incluso supera a las dos anteriores, pero como dicen de los errores se aprenden. Para el año que viene debemos mantener la base del equipo fortaleciéndolo, por favor, con jugadores claves que ayudarán para cumplir por fin el sueño postergado del Sport Águila, ascender a la profesional.

Cristhian Lopez Huaroc.